Comunicado de ADIUNSa a 11 años de la desaparición de Jorge Julio López

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Jorge Julio López se disponía a asistir a los alegatos del juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz cuando fue desaparecido, sin que hasta la fecha se conozca su paradero.

López había estado detenido ilegalmente desde el 27 de octubre de 1976. Pasó por varios centros clandestinos de detención, como el Pozo de Arana y Comisarías Quinta y Octava de La Plata. Allí sufrió la tortura y presenció asesinatos a sangre fría. Esos hechos terribles formaron parte de su testimonio, que dejó en claro el rol de Etchecolatz como ejecutor directo de muchos de esos crímenes.

 

Varios años después, en el marco de otro juicio por delitos de lesa humanidad, Etchecolatz intentó entregar un papel a los jueces en el que podía leerse “Julio López” y “Secuestrar”.

La segunda desaparición de Julio López puso en evidencia la continuidad de estructuras criminales supervivientes de la dictadura, así como su alto grado de impunidad.

Al día de hoy, según informa el sitio Web chequeado.com, siguen sin concluirse los entrecruzamientos entre los celulares de presuntos implicados en el hecho.

Ahora vemos con preocupación que algunos elementos se repiten respecto de la desaparición de Santiago Maldonado: un juez que se niega a realizar algunas pericias, demora otras tornándolas ineficaces e ignorando los testimonios de los testigos presenciales; mientras tanto, un masivo operativo de distracción y ocultamiento se despliega en los grandes medios de comunicación.

Por todo eso, el pedido por la aparición de Julio López y de Santiago Maldonado es el mismo; es el que condujeron los organismos de derechos humanos en una lucha que abarcó a la gran mayoría del pueblo argentino.

Sin Julio López y sin Santiago Maldonado, no hay Nunca Más.

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